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Leo-VeoNúmero 1

Entrevista a Jacques-Alain Miller, acerca de la película Avatar

Por y 26/11/2010 marzo 25th, 2020 No Comments

Le Point: “Avatar” es un éxito planetario.
¿Qué hace que la humanidad entera vaya a ver este film?

Jacques-Alain Miller: Su debilidad. Este efecto de debilidad está sabiamente obtenido escindiendo pensamiento y percepción. El escenario es un potpurrí de mitos inmemoriales, de arquetipos gastados y de clichés New Age, hecho para dar en todo momento una impresión de dejà-vu. Resultado: el sentido crítico está adormecido, paralizado, el pensamiento gira sin esfuerzo en su lugar. En cambio, en lo que respecta a las imágenes, es una fiesta, los fuegos artificiales de lo nunca visto. Así como el elemento simbólico del film es arcaico, su imaginería es futurista. La tecnología apoyada en el brazo de la mitología, la pareja demuestra ser irresistible
Los adolescentes se enorgullecen de decir que vieron “Avatar” 2, 3, 5, 10 veces…Vuestro ojo está subyugado, sobreexcitado, y goza tanto más intensamente cuanto que vuestra cabeza está puesta a dormir. Cuando el goce del ojo es tan intenso, se vuelve adictivo. Se encuentra aquí el mismo síndrome que fue aislado con los juegos de video o con Internet. La humanidad se entrega con abandono a esta nueva embriaguez.

¿Cómo lo explica? La debilidad mental del ser humano se debe precisamente a que vive siempre en dos planos a la vez, real e imaginario, ser y deber ser; sueña su vida con los ojos abiertos. Las nuevas tecnologías se adueñan de este dato antropológico para manipular su sueño despierto con una precisión y una destreza hasta ahora inéditas. Sólo es el comienzo.

El cine siempre le ofreció al espectador identificarse, “Avatar”  explora un más allá del cine. No se trata solo de identificación, siempre puntual, basada en un rasgo singular, sino de una inmersión psicosomática en un universo. El escenario exhibe por otra parte el resorte del asunto: el alma del héroe cuadripléjico se desliza en otro cuerpo para caminar en otro mundo, y tras él el espectador, mientras que permanece enrollado en su sillón.

¿Es el film que esperaba nuestra época? Su éxito muestra que la humanidad termina por asquearse de la especie humana. No estamos ya en el “malestar en la cultura” denunciado por Freud, sino en la evidencia de un impasse creciente. El sálvese quien pueda es general. A la hora en que la globalización del capitalismo exacerba el individualismo, la competencia, el cada uno por las suyas, se adorna la naturaleza, la animalidad con una dulzura imaginaria. Se aspira a un comunismo primitivo autoritario, bajo la forma de un tribalismo casi vegetal.

Los neoconservadores americanos ven con hostilidad a este film. Pero también el Vaticano porque “Avatar” es el toque de clarín de una resurrección pagana. Esos largos cuerpos azules, sinuosos y sensuales, son una entrada seductora en la era de las post humanidad. El hombre desea volverse un producto de síntesis. Mañana la ingeniería biológica, el genio genético hará de este sueño realidad, y pesadilla.

¿Por qué el azul? Es el color del “supremo Clarín pleno de estridencias extrañas, silencio atravesado de Mundos y de Ángeles” del que habla Rimbaud. El negro de Pierre Soulages los remite a vuestro dolor de existir; el azul de“Avatar”, su lujuria sensorial, a la anestesia. La elección es cristalina.

Traducción: Silvia Baudini
Tomado de http://ampblog2006.blogspot.com/