Skip to main content
Número 3Psicoanálisis - Cine - TV

Los goces del lobo

Por 22/04/2015 marzo 24th, 2020 No Comments

El lobo, metáfora de oralidad destructiva, es evocado en cuentos infantiles, como Caperucita y el lobo feroz, en sueños de analizantes famosos como el Hombre de los lobos con el sueño de la mirada voraz de los lobos o el sueño del caviar de la Bella carnicera, en síntomas como la fobia de Hans a ser mordido por el caballo, en actings out como el del Hombre de los sesos frescos, en mitos como el de Cronos devorando a sus hijos; en textos como Hobbes, el hombre lobo del hombre.

Cuentos, sueños, síntomas, actings, mitos, todos enmarcados en un orden simbólico, orden fantasmático que los soporta. Para Laurent “el fantasma se presenta como un aparato de goce que organiza este mismo goce, da a la sustancia gozante una ley… ¿hasta qué punto en su uso fundamental el fantasma puede efectivamente organizar el goce?” (LAURENT; 2014).

Freud describe las zonas erógenas principales: boca, ano, genitales y las hace extensivas a  órganos, piel, etc. y subraya la erogeneidad de la superficie corporal, topos donde vía represión y metáfora significante se instalan los síntomas neuróticos.

Intento articular esto con la oralidad en nuestra época. Me valdré del falso discurso capitalista donde Lacan escribe la modalidad de circulación propia del capitalismo, que no hace lazo. Miller, en “Una fantasía” escribe así el discurso de la hipermodernidad: a>I, retomando de Lacan el ascenso del objeto en el cénit social allí donde estaba el Ideal, con efectos en los lazos sociales y en la subjetividad: el consumidor-consumido es la modalidad adictiva predominante en la clínica actual y en el lazo.

Tomo el film El lobo de Wall Street, intentando articular Psicoanálisis y política: oralidad metonímica en la avaricia por el dinero de los corredores de Bolsa en la siniestra rueda del corazón del capitalismo financiero. Aquí la bolsa se traga la vida. La anaclisis usufructúa el goce oral en el discurso capitalista sin cortes. Un impresionante testimonio del lugar de objeto que toma el otro, instrumento del goce al estilo sadeano en la escena de la aspiración de la cocaína inoculada vía anal, crudeza del circuito sin corte, donde la pulsión, en su recorrido se abarca a sí misma y toma por igual boca-nariz-ano-tracto digestivo, no hay bordes, no hay cortes.

Así “mientras el sujeto neurótico quiere desearse deseando, el sujeto perverso se desea gozando más allá de la pulsión sexual” (LAURENT; 2014). Fuera de todo fantasma, de toda ley es el permanente pasaje al acto como realización de ese real sin ley.

Eje de esta maquinaria infernal es la eficacia y el máximo rendimiento, no ya de la persona y la explotación de su fuerza de trabajo, sino del objeto-dinero que produce dinero, infinitización de plusvalía y plus de goce, donde la “insaciabilidad del goce y el consumo-tapón se anudan.” (ALEMAN; 2014). Lo inaccesible o imposible no es el objeto sino el corte en sí mismo. El dinero, real feroz hoy, cada vez más feroz, porque rompió toda relación con el patrón oro, patrón simbólico que lo reguló, antes de la irrupción del capitalismo, entonces ya entró en un verdadero delirio.

Ante identificaciones débiles el falso discurso capitalista fabrica subjetividades: sujetos consumidos por su propio consumo. No existe lo exterior y no opera la castración. Nuestra civilización para conjurar el irreductible vacío que siempre la rodea busca un S1. ¿Acaso el Goce del lobo no es ese significante amo que comanda hoy?

El film está atravesado por la lógica adictiva. Parodiando a Eric Laurent, ese empuje de la superyoización del mundo: imperativo categórico: goza! cada vez más! rueda que gira sin tope, vorágine en lo vertiginoso de los sucesos y ritmo del film que constantemente lleva a situaciones límites, testimonio de la circularidad propia del falso discurso, círculo siniestro. El sujeto se encuentra solo y atrapado no sólo en las apuestas financieras, sino en una apuesta a todo o nada, que denuncia la erótica de los circuitos mortíferos de la pulsión.

Los agentes de esta maquinaria capitalista imponen LA fórmula del éxito: autoerotismo masturbatorio goce del idiota + dólar idolatrado (S1 por excelencia) + bebe (cocaína)= cocktail perfecto. Y la farmacología al poder! La droga ilegal en combinatoria con otras drogas y las pastillas para todo: para dormir, para despertar, para activarse…al infinito.

El film releva que desde el semblante se generan otras modalidades de la subjetividad: creer en, tener confianza en, lo que J. Aleman ha dado en llamar  “el sujeto emprendedor de sí” (2014) sin Otro, sin Ideal. Usufructuando el deseo de ser ricos, crean necesidad y urgencia, generando el festival de codicias. Festival no sin un costo mortífero, verdadero emporio de la pulsión de muerte desligada. Cuestión que el film evidencia en una protagonista que habiendo gozado de todo sin embargo la pulsión no descansa, no se sacia y se suicida. “Perfomance adictiva que empuja y desemboca en el cansancio de sí mismo (…) y que tienen su traducción en la melancolía, en el carnaval báquico o en la vocación terrorista.” (LAURENT; 2014)

Irónicamente se llama a un Gran Padre -más semblante que nunca- que ponga orden; proclama esto es obsceno! establece zonas en las oficinas de prohibido follar intensificando el goce de lo interdicto. ¿Intentar poner ley a ese goce? Desenfrenado, sin ley, fuera de ley.

Máxima demostración de que no hay el objeto de la pulsión, éste no es instintivo, ni natural como en el animal. En el film, donde reina la oralidad, paradójicamente el alimento aparece sólo una vez y como arma, instrumento de burla.

Corrobora este film que ésta es una época en que lazos e intercambios están modulados por la mercancía.

¿Qué puede aportar el Psicoanálisis y su discurso para que contingentemente alguna transformación sea posible, en relación al lazo social, a la subjetividad, contando con lo incurable, con lo irreductible del parlêtre? Alguna salida que haga corte al discurso capitalista, que mediante una modificación de la relación del sujeto al goce pueda surgir algo como un nuevo amor.

 


Bibliografia
– Laurent, E. “Qué es un psicoanálisis orientado hacia lo real”. Conferencia en Ateneu Barcelones. Consultado en: http://www.blogelp.com, el 14-06-2014.
– Miller, J.-A “Una fantasía”. Revista Lacaniana de Psicoanálisis. Nº3. Buenos Aires: Publicación de la EOL. 2005. p.10
– Aleman, J. y Larriera, S. en Conferencia “Hacia el próximo Congreso de la AMP” en la Sede de Madrid-2014. Consultado en: http://www.radiolacan.com, el 1-2-2014.

Film El lobo de Wall Street. Director Martin Scorsese. Warner Bros. 2013.