El valor de uso del dinero en el momento de compra se distingue del valor que toma en el encuentro analítico. Asimismo el valor del texto asume su apuesta al demostrar la diferencia radical entre una compra –en la vía de la adquisición y la acumulación que es, finalmente, de goce- y la función del pago en el horizonte de una pérdida que implica entrar en cuenta; asumir de tal manera el otro de la diferencia como condición de corte, a partir de un goce que se interpela, y en tanto valor determinante para el intercambio como apertura al lazo.
“They don´t pay, they buy!”
The value in use of money when purchasing something differs with regard to the value money takes on during the analytical encounter. Also, the value of the text accepts its bet by showing the radical difference between a purchase – acquisition and accumulation that is, ultimately, that of jouissance – and the role of paying in the horizon of a loss, which implies coming into account; setting about the other of the difference in a way that becomes the condition for cut. It stems from a jouissance that is challenged and therefore, money may become a decisive value for the exchange as an opening to the social bond.
“Não paga, compra”
O valor de uso do dinheiro no momento da compra se distingue do valor que toma no encontro analítico. Mesmo assim, o valor do texto assume sua aposta ao demonstrar a diferença radical entre uma compra –na via da aquisição e da acumulação que é, no final, de gozo- e a função do pago no horizonte de uma perda que implica entrar na conta; assumir de tal maneira ao outro da diferença como condição de corte, a partir de um gozo que se interpela e, no entanto valor determinante para a troca como apertura do laço.
Este recorrido busca rastrear algo de lo que nos enseñan, en el marco del dispositivo analítico, los casos clínicos. Intentaremos precisar a cerca del valor de uso del dinero cuando se compra la droga y el valor de uso a partir del encuentro con un analista.
La inspiración que provoca y enmarca éste recorrido está en la frase de Lacan: “los ricos no pagan”1Lacan, J. El seminario 17 El reverso del psicoanálisis. Paidós 1992. Bs As. P. 87..
Esta afirmación inaugura la posibilidad de pensar en términos de que se puede no pagar por más que exista transferencia de dinero. El rico no paga, compra, se refiere a que no paga con goce.
“Se imaginan que paga, por razones contables que se refieren a la transformación del plus de goce en plusvalía. Pero de entrada, todo el mundo sabe que él va sumando plusvalía. No hay circulación del plus de goce. Y hay una cosa, muy particular, que no paga, y es el saber.”
Leemos que al comprar y comprar lo que se repite es la compra, no hay circulación, no hay plus de goce, no hay entropía.
El adicto compra droga, me pregunto si, acaso, en ese acto paga.
La pregunta se apoya tanto en la diferencia que marca Lacan como en la experiencia que inspira la práctica clínica con sujetos que consumen. El consumidor compra, ya no propiedades para acumular como el rico, sino “más de goce”.
En más de un caso escuchamos que la derogación de dinero, el comprar no entra necesariamente en una cuenta, el sujeto no sabe cuánto pagó a veces ni siquiera qué pagó, hace de todo por obtenerla, robar, pelear, trabajar para otro, etc. Sin medir consecuencias cuando se está en el acto de obtenerla. Se trataría entonces de conseguirla más que de pagarla. Diría que no se encuentran rastros del gesto que implica pagar.
El consumidor compra. La hipótesis que, también, quiero conversar es la de que algo de eso se conmueve cuando consigue “pagar” en el tratamiento. No para hacer de esto un dato estadístico sino para interpretar este hecho que se presenta en la clínica y que, diría, funciona como una interpelación a ese goce sin resto de comprar sin pagar.
Cuando algo respecto del dinero entra en la dinámica transferencial ésta se conmueve. Opera un efecto, una extracción de extracción de goce. Que afecta las cuenta e ingresa a una dimensión con un ritmo que empieza a esbozar una secuencia, que inaugura un antes y un después, etc.
Cuando una intervención funciona interpelando ese goce sin cuenta, eso resuena como una posibilidad de ceder algo de su propia repetición de goce. Ya no repite la compra sino que puede entrar en el juego transferencial algo del orden de su propia repetición o, mejor dicho, de su repetición más propia.
En éste tiempo la repetición hace referencia a una denotación precisa de un rasgo idéntico al rasgo unario, un elemento de escritura, un rasgo en tanto conmemora la irrupción del goce. Todo lo cual nos acerca al saber como medio de goce.
Cuando la interpelación es eficaz en sus efectos, el dinero utilizado en el marco del dispositivo inaugura una cuenta que implica circulación de goce, entropía. De allí la posibilidad de un ritmo, una serie, una cuenta del uso del dinero y de las dosis de lo que sea.
La interpelación con sus efectos facilita el intercambio y el dinero puede ser un vehículo del mismo. Pasaría a tener más las características de los objetos intercambiables, compartibles que de los naturales, los no compartibles. Tal como diferencia Lacan en su seminario de La Angustia 2Lacan J. El seminario 10 La angustia. Paidós 2006 Bs. As. Es el menos del menos fhi el valor que permite compartirlos. Son los que obtienen su estatuto a partir del menos (-), los que se hacen compartibles, intercambiables. Los que entran en una cuenta, se contabilizan para poder ser intercambiados…”me das dos, te doy uno”. Lacan nos plantea que esto se da en el campo de la competencia.
Competencia entendida como una función ambigua que es al mismo tiempo rivalidad y acuerdo.
- 1Lacan, J. El seminario 17 El reverso del psicoanálisis. Paidós 1992. Bs As. P. 87.
- 2Lacan J. El seminario 10 La angustia. Paidós 2006 Bs. As