El autor desarrolla las implicaciones de la demanda anal. Se vale del film Deslizamientos progresivos del placer de Robbe-Grillet, para mostrar la estrategia del obsesivo, siempre al límite, de separar el tiempo del goce retenido, del tiempo apocalíptico de la destrucción, realizando la extraordinaria acrobacia de encontrar una satisfacción que no implique la consumación del deseo.
Luis Tudanca traza un recorrido desde el modo en que el objeto anal entra en el circuito pulsional, hasta su despliegue en la dimensión del lazo social. En la obsesión entra en juego un andamiaje defensivo que se construye a partir de la angustia que produce no sólo el deseo del Otro, sino el goce supuesto del Otro. Así, la problemática anal se revelará tanto en la lógica de la vida amorosa como en el discurso, ubicándose el modo en el que el sujeto se hace hacer. A partir de un análisis, esto puede circunscribirse en cuanto al axioma del fantasma que el sujeto se construye en su relación al Otro del lazo social.
Fabián Fajnwaks subraya la diferencia entre el objeto sublime de la sublimación freudiana y la escabelización del objeto en el arte moderno, no tan alejada de la satisfacción pulsional. Desde allí, da cuenta sobre una operación en su análisis que tuvo por efecto alcanzar un saber hacer con el circuito pulsional de la analidad, más que con el objeto desecho en sí. De esta manera señala una paradoja en el psicoanálisis: la analidad como circuito puede servir para algo, allí donde el objeto está destinado a no servir para nada.