La autora ubica que, para Lacan, el falo posibilita la mascarada de los sexos sin idealizar la diferencia, mientras que el goce deslocalizado que promueve el capitalismo los deja del lado de las parodias al mismo tiempo que los empuja a gozar, haciendo pedazos los cuerpos. Sitúa aquí una diferencia entre el no-todo de la posición femenina y el goce estallado, sin límites, que sólo parodia al goce Otro que escapa al lenguaje y a la localización del significante. A partir de la diferencia entre La Mujer y “una mujer”, este trabajo plantea una hipótesis para el “nuevo impacto de las mujeres en la civilización”.
El autor trabaja sobre el predominio que tiene para el ser hablante la forma imaginaria del cuerpo. Su debilidad mental consiste en tomar al cuerpo como norma, en el que todo lo que se representa es el reflejo de la imagen de su yo. Desarrolla así las implicancias que esto tiene a nivel social, de la ciencia y su anudamiento a lo político, tomando ejemplos de la historia y puntuando sus manifestaciones actuales.
La autora parte de la pregunta ¿Qué son las mujeres en el siglo XXI? Recorre su texto con diferentes reflexiones en torno a este interrogante y aporta referencias en el campo de la cultura que la llevan a plantear la hipótesis de cada vez menos personas se preocupan por la diferencia sexual. Su idea es que avanzamos hacia un mundo en el cual el significante mujer es un significante como cualquier otro, una parte de lalengua y no del discurso común. Lo que significa que ya no es más un enigma para mucha gente, es un efecto de la declinación de la función de la castración, con las consecuencias que esto trae respecto al goce y a los modos de vivir la pulsión.
Gabriela Dargenton plantea cómo, a partir de la Pandemia del Covid19 vivimos en una época que ha inscripto en su devenir la restricción del movimiento de los cuerpos, sin embargo no es en el binomio cuerpo//lenguaje donde se ubica lo novedoso, sino en la consistencia que esos dos términos tienen en cada civilización. Si el psicoanálisis es una práctica de la palabra, donde el amor, el deseo y el goce circulan en cada encuentro, entonces surgen del cuerpo afectado por ellas. La práctica que hoy nos convoca requiere de una interpretación a su medida, tal como dice la autora: que su oleaje resuene en el cuerpo.
Paula Husni parte de un ejemplo paradigmático de la época para elucidar cómo las palabras toman los cuerpos hoy. En la medida en que se acentúa el afán de tratar de solucionar a través del significante el malentendido entre los sexos, las palabras no dejan de escapar. Mostrando que en el parlêtre el malentendido es estructural. Pero a pesar de que este impasse no se resuelve a nivel significante, existen lazos posibles.